Enrique Dintrans alarcón
Miembro Conocido
ÉRASE, UNA VEZ, UN RECUERDO
Cuando yo fui poema
podía escribir en el aire
y las mariposas
discutían conmigo
en metáforas
de la vida y la muerte.
Pero fui desterrado de los símbolos
y me escondí
en un palacio de sueños
en donde las flores
tenían una dictadura del estilo.
El palacio era indeterminado
entre una fealdad sublime
y una grosera belleza,
por lo cual me dediqué a hacerle preguntas
que cuando sonaban en una campanilla,
las flores se vestían de rojo intenso
y pétalos negros.
¿Palacio, quién te habita
dónde está tu libertad
para transformarte en hipopótamo?
Palacio, ¿Quién cultiva tus jardines
de flores venenosas?
Naturalmente,
cuando hacía este tipo de preguntas
aparecían avispas gigantes
para destruir cada una de mis palabras.
El Consejo Supremo de las Flores
estallaba en un extraño regocijo.
Entonces, al sentir los aguijones
me enteraba
que yo no poseía palabra alguna.
Más bien eran ellas,
las que jugaban al escondite.
con significados impredecibles.
Un día, el Consejo Supremo
determinó que una flor era Psicópata
porque rehusaba tener un nombre
lo que la dejaba al margen
de cualquier construcción de estilo
y siendo así
no podía disponer de colores,
por lo cual la condenaron
a la invisibilidad perpetua.
Yo la vi llorar y me conmoví
por lo cual la invité
a conocer a mis amigas mariposas.
Ella no dijo nada,
pero sentí como de sus invisibles pétalos
salían alas gigantes.
De tanto insistir en una respuesta
me acordé que una vez fui poema.
y desperté sobresaltado.
Entonces me dijo: ¿vienes?
E.D.A
Cuando yo fui poema
podía escribir en el aire
y las mariposas
discutían conmigo
en metáforas
de la vida y la muerte.
Pero fui desterrado de los símbolos
y me escondí
en un palacio de sueños
en donde las flores
tenían una dictadura del estilo.
El palacio era indeterminado
entre una fealdad sublime
y una grosera belleza,
por lo cual me dediqué a hacerle preguntas
que cuando sonaban en una campanilla,
las flores se vestían de rojo intenso
y pétalos negros.
¿Palacio, quién te habita
dónde está tu libertad
para transformarte en hipopótamo?
Palacio, ¿Quién cultiva tus jardines
de flores venenosas?
Naturalmente,
cuando hacía este tipo de preguntas
aparecían avispas gigantes
para destruir cada una de mis palabras.
El Consejo Supremo de las Flores
estallaba en un extraño regocijo.
Entonces, al sentir los aguijones
me enteraba
que yo no poseía palabra alguna.
Más bien eran ellas,
las que jugaban al escondite.
con significados impredecibles.
Un día, el Consejo Supremo
determinó que una flor era Psicópata
porque rehusaba tener un nombre
lo que la dejaba al margen
de cualquier construcción de estilo
y siendo así
no podía disponer de colores,
por lo cual la condenaron
a la invisibilidad perpetua.
Yo la vi llorar y me conmoví
por lo cual la invité
a conocer a mis amigas mariposas.
Ella no dijo nada,
pero sentí como de sus invisibles pétalos
salían alas gigantes.
De tanto insistir en una respuesta
me acordé que una vez fui poema.
y desperté sobresaltado.
Entonces me dijo: ¿vienes?
E.D.A