Amadís
Miembro Conocido
Me acompaño del viejo recipienteal que dio forma un alfarero, en barro,
y con mis manos, fuerte, el asa agarro
cuando quiero paliar mi sed ardiente.
Por el pitorro cotidianamente
bebo a caliche el agua del cacharro,
y no existe instrumento más bizarro
al que el sediento acuda diligente.
Botijo, búcaro, pitorro y pipo
se denomina. Mi ansiedad disipo
en su pozo que guarda la frescura.
Y después que su chorro me ha saciado
lo relleno y, con máximo cuidado
a la sombra devuelvo con ternura.
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