Víctor
Moderador de Poesía Jocosa
Esta vez yo le canto
al tesón del labriego al despuntar el día,
cuando con la esperanza y toda su porfía
va sembrando simientes bajo el terrestre manto.
Al sudor de su frente,
que también es la gota que en el surco derrama
y que al agua del cielo se funde en amalgama
para ver cada brote enhiesto y floreciente.
Por su esfuerzo alabado
que llevará a la mesa los frutos del sustento
para seguir la senda con vigoroso aliento
con rumbo al porvenir en el hogar sagrado.
Y a su amor a la tierra
donde se hace el prodigio que esparce con sus manos,
para ver satisfecho fructificar los granos
con la esencia bendita que en su espíritu encierra.
al tesón del labriego al despuntar el día,
cuando con la esperanza y toda su porfía
va sembrando simientes bajo el terrestre manto.
Al sudor de su frente,
que también es la gota que en el surco derrama
y que al agua del cielo se funde en amalgama
para ver cada brote enhiesto y floreciente.
Por su esfuerzo alabado
que llevará a la mesa los frutos del sustento
para seguir la senda con vigoroso aliento
con rumbo al porvenir en el hogar sagrado.
Y a su amor a la tierra
donde se hace el prodigio que esparce con sus manos,
para ver satisfecho fructificar los granos
con la esencia bendita que en su espíritu encierra.