Con mucho gusto expreso mi opinión acerca de la estructura que debe tener un Ovillejo.
Como bien dice Mascaversos, aunque la estructura original que Cervantes creó fuera en forma de preguntas y respuestas, no significa que siempre tenga que ser así. Lo que sí es imprescindible es que se respete el esquema de esta clase de estrofa, que en su forma más clásica es:
8a-3a-8b-3b-8c-3c-8c-8d-8d-8c
Existe también el Ovillejo Mayor, con la misma estructura, pero empleando versos de 11 y 5 sílabas.
Yo mismo he empleado variantes a las que he “bautizado” con el nombre de “Hexavillejo” (versos de 6 y 2 sílabas), y “Dodecavillejo” en el que los versos son de 12 y 4 sílabas.
Aquí os dejo unos ejemplos de creaciones mías, extraídos de mi libro "Versos para recordar". Ovillejo clásico:
¡TE QUIERO!
Ante Dios como testigo
te digo
con infinito fervor:
mi amor,
con cariño verdadero
¡te quiero!
Con sentimiento sincero
me postro ante ti de hinojos
y mirándote a los ojos
te digo, mi amor: ¡te quiero!
Ahora, un Hexavillejo:
MENTIRAS (Hexavillejo)
La niña de enfrente
miente
al ir pregonando
cuando
dice que suspira.
Mira:
su belleza admira,
mas ¡qué pesadilla!
pues esta chiquilla
miente cuando mira.
Y por último, un Dodecavillejo:
MI CONSEJO
Ante malos y funestos devenires
nunca mires
si te encuentras deprimido y angustiado
al pasado;
aunque a veces la esperanza te mantiene
no conviene
que no venzas al dolor que te entretiene,
pues tal vez por la experiencia de ser viejo
quiero darte por tu bien este consejo:
nunca mires al pasado ¡no conviene!
Sea cual sea la forma elegida, lo verdaderamente difícil e importante es que el contenido tenga continuidad y coherencia, ya que a veces las palabras están puestas sólo para que los versos cuadren. Personalmente, no me gusta la forma clásica, porque precisamente ese esquema de preguntas y respuestas rompe esa continuidad que debe contener todo poema, incluido el Ovillejo.
Ciñéndonos ya al Ovillejo que Mascaversos nos ofrece, hay que destacar la buena continuidad que tiene en su conjunto, al poder leer su contenido prácticamente sin detenciones, salvo la que impone la pregunta de los dos primeros versos, en los que también cabe resaltar un perfecto encabalgamiento.
Un abrazo, y gracias a los dos Poetas por intervenir en este interesante coloquio.