Francisco Rubén Jorquera
Miembro Conocido
Esperanzas II (Soneto con estrambote)
El día agonizando en la rutina,
¡hay tantas telarañas del cariño!,
¡hay tanto que faltó para mi niño!...
La soledad se nubla en tanta esquina...
¡Hay cuantos años en tus años breves!,
en ti, la oscuridad desaparece,
la sombra del dolor se desvanece,
de amor tan fuerte y bello, me conmueves.
Se nubla el día en tanta soledad
y nuestra eternidad se hace costumbre,
se me entristece sin piedad el alma.
A veces, mi aislamiento ya es mi cumbre,
mi luz no vence aquí la oscuridad,
tan solo en la esperanza está mi calma.
6 de febrero en la cárcel de Valparaíso, Chile
El día agonizando en la rutina,
¡hay tantas telarañas del cariño!,
¡hay tanto que faltó para mi niño!...
La soledad se nubla en tanta esquina...
¡Hay cuantos años en tus años breves!,
en ti, la oscuridad desaparece,
la sombra del dolor se desvanece,
de amor tan fuerte y bello, me conmueves.
Se nubla el día en tanta soledad
y nuestra eternidad se hace costumbre,
se me entristece sin piedad el alma.
A veces, mi aislamiento ya es mi cumbre,
mi luz no vence aquí la oscuridad,
tan solo en la esperanza está mi calma.
A veces, la penumbra palidece...
se cuela tenue luz de amanecer,
es como un viento tibio que susurra
los cuentos de esperanza en la familia.
En otras, cae un súbito relámpago,
la chispa, un brillo que me imaginaba,
como una especie de caleidoscopio
en donde guardaré el calor que quede...
se cuela tenue luz de amanecer,
es como un viento tibio que susurra
los cuentos de esperanza en la familia.
En otras, cae un súbito relámpago,
la chispa, un brillo que me imaginaba,
como una especie de caleidoscopio
en donde guardaré el calor que quede...
6 de febrero en la cárcel de Valparaíso, Chile
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