Mascaversos.
Miembro Conocido
Yo salía despistado del café,
pareciera que el altísimo miraba,
y al girarme "por instinto" vislumbré
que en reflejos de diamante me esperaba
por las copas de los árboles del río,
en las hojas que mojadas del relente
que con brillo vespertino ¡Oh sole mío!
y un soplido de aire fresco contundente
se pusieron a volar llenando el cielo
de fugaces y brillantes farolillos,
una nube surcadora haciendo un velo
de diamantes luminosos amarillos
que giraban a la par formando un tono,
pareciera un gran aplauso al que se asoma
del inmenso desde el cielo y en su trono
con sus manos cómo pétalos de aroma,
me llené con su esplendor y su armonía,
fue tan grácil la visión en ese instante
que llegué a dilucidar en ese día
que he tenido a nuestro Dios en el semblante.
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