Francisco Rubén Jorquera
Miembro Conocido
No importa lo que haya alrededor y no importa
Y no importó lo que hubo alrededor,
y no importó que la ventisca aullara,
o el pobre establo de esa noche clara,
ningún lugar del mundo fue mejor.
Primero estaban juntos, luego más,
y todo lo que se hizo fue por tres,
regalos, la bebida igual la mies,
lo que importaba y lo único además.
El cielo helado encima en su parada,
con la costumbre del que es más gigante,
se inclina sobre aquel pequeño infante,
brillando como estrella tan sagrada.
El niño en su mirada ardía en brillo,
el fuego ardía, más el leño acaba,
dormían todos y el lucero enfriaba,
cercano y lejos, mezcla en el chiquillo.
Y no importó lo que hubo alrededor,
y no importó que la ventisca aullara,
o el pobre establo de esa noche clara,
ningún lugar del mundo fue mejor.
Primero estaban juntos, luego más,
y todo lo que se hizo fue por tres,
regalos, la bebida igual la mies,
lo que importaba y lo único además.
El cielo helado encima en su parada,
con la costumbre del que es más gigante,
se inclina sobre aquel pequeño infante,
brillando como estrella tan sagrada.
El niño en su mirada ardía en brillo,
el fuego ardía, más el leño acaba,
dormían todos y el lucero enfriaba,
cercano y lejos, mezcla en el chiquillo.
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