Víctor
Moderador de Poesía Jocosa
La fe, siempre es remedio de tus males,
con ella tu expresión se fortalece
hacia todos los puntos cardinales.
Con ella más y más tu vida crece
llevando por buen rumbo tu camino,
y te da lo que tu alma se merece.
Te guía con su luz a tu destino
como antorcha llegada de los cielos
con su destello hermoso y cristalino.
Así vas realizando tus anhelos,
poniéndole a tus actos entereza,
haciendo a un lado inadmisibles velos.
Con ella al redentor tu verbo reza
y se afianza con ánimo tu paso
desde que el día la alborada empieza.
Y tras las horas miras el ocaso
con alegría por la luz de grana
del sol en el trayecto de su trazo.
Para esperar con gusto la mañana
y emprender la rutina con la aurora
y el grato aliento que tu mente emana.
Loa a tu fe, grandiosa y redentora
que atesora tu ser como un diamante
que ilumina tu paso sin demora
para llevarte airosa hacia adelante.
con ella tu expresión se fortalece
hacia todos los puntos cardinales.
Con ella más y más tu vida crece
llevando por buen rumbo tu camino,
y te da lo que tu alma se merece.
Te guía con su luz a tu destino
como antorcha llegada de los cielos
con su destello hermoso y cristalino.
Así vas realizando tus anhelos,
poniéndole a tus actos entereza,
haciendo a un lado inadmisibles velos.
Con ella al redentor tu verbo reza
y se afianza con ánimo tu paso
desde que el día la alborada empieza.
Y tras las horas miras el ocaso
con alegría por la luz de grana
del sol en el trayecto de su trazo.
Para esperar con gusto la mañana
y emprender la rutina con la aurora
y el grato aliento que tu mente emana.
Loa a tu fe, grandiosa y redentora
que atesora tu ser como un diamante
que ilumina tu paso sin demora
para llevarte airosa hacia adelante.