En esencia, soy alguien que le gusta escribir, dibujar y filosofar. De niño me fascinaba dibujar; talento que desarrollé y sigo manteniendo a mi edad, en un país que difícilmente lo reconoce como un oficio. Recuerdo haber sido indiferente a la literatura. Confieso que mi apego a la literatura llegó después. Fue en la universidad donde descubrí un mundo de letras que me apartó un poco de la afición que ya tenía.