Con un brillo perfecto, matador
de sombras en tiránica cruzada,
te entregas ardoroso, tu mirada
ofreces sin censuras de valor.
Amigo, ¿No eres tú quien es amor?
No pides, y regalas tu andanada
de cálida bondad enmascarada
de hidrógeno hecho plasma con calor.
Esfera luminosa bendecida,
espíritu...