Ecos de agua trasnochada se dibujan
en un corazón a la deriva,
donde albergo las súbitas mareas
que llenan mi boca, cada noche,
de mares y de arenas.
Todas las olas pobladas
por tu ausencia,
todas las olas,
desbordadas en los densos breñares
donde arrecia la tormenta,
donde hilan sus llamadas...