Una plaga de la que nadie, lamentablemente está libre y de la que efectivamente, somos culpables por mantenerla en su apogeo. aunque ésta no viniera incluida en nuestras alforjas.
Gracias Manuel. Ya ves, las circunstancias actuales nos lleva a "perder" en algún que otro momento los papeles, pero no importa, así seguiré, dando toda la caña que pueda.
Un abrazo.
Después de leer TROPECIENTOS MIL de Carmen Hernández y "robarle" uno de sus versos, ocurrió esto. Siempre me dolerá el eco de su tos en aquella celda inmunda, mientras escribía una última carta, cerca ya del otro lado.
Por Miguel Hernández y tantos otros.
Un buen "corte de chisteras"
y...