Matilde Maisonnave
Miembro Conocido
¡Gozando a satisfacción!
Hoy, la flecha envenenada
del arco cruel de Cupido,
atravesó mis entrañas
al haberte presentido…
Aquel hombre que está solo
es siempre más precavido.
Un amor tan imposible
es conveniente y fructífero,
calmando ansias tan fútiles
cuando el paño no conoces…
Satisfaciendo machismo
adúlteros, narcisistas.
Hoy, mi tristeza atraía,
como esta noche, prendida,
en una luna deforme…
Intuía en tu existencia
de otras mujeres, aromas.
¡Recordé a quien amé!
a pesar de la distancia,
se inspiraba con mis letras
aunque no era poeta,
con tanto predicamento
escondía imperfección.
Cuando al fin amanecí
clarearon mis pensamientos,
seguí sonriente en su isla
ya que no me abandonó,
tan sólo lo fui olvidando
siendo un tiempo pasado.
Hoy, por eso, la piedra guardo,
de pecado ya estoy negra;
soy del combate, guerrera,
no retrocedo al embate
si alienta mi inspiración
amando al infiel amante…
Porque no hay hombre…
No existe aquél
que incólume a mí me aguante
cuando le hago el amor.
No busco satisfacerlo.
¡Lo gozo a satisfacción!
De los hombres aprendí
aunque fue un poco tarde,
usarlos hasta antojarme.
¡Nunca han de pisotearme!
Hoy, la flecha envenenada
del arco cruel de Cupido,
atravesó mis entrañas
al haberte presentido…
Aquel hombre que está solo
es siempre más precavido.
Un amor tan imposible
es conveniente y fructífero,
calmando ansias tan fútiles
cuando el paño no conoces…
Satisfaciendo machismo
adúlteros, narcisistas.
Hoy, mi tristeza atraía,
como esta noche, prendida,
en una luna deforme…
Intuía en tu existencia
de otras mujeres, aromas.
¡Recordé a quien amé!
a pesar de la distancia,
se inspiraba con mis letras
aunque no era poeta,
con tanto predicamento
escondía imperfección.
Cuando al fin amanecí
clarearon mis pensamientos,
seguí sonriente en su isla
ya que no me abandonó,
tan sólo lo fui olvidando
siendo un tiempo pasado.
Hoy, por eso, la piedra guardo,
de pecado ya estoy negra;
soy del combate, guerrera,
no retrocedo al embate
si alienta mi inspiración
amando al infiel amante…
Porque no hay hombre…
No existe aquél
que incólume a mí me aguante
cuando le hago el amor.
No busco satisfacerlo.
¡Lo gozo a satisfacción!
De los hombres aprendí
aunque fue un poco tarde,
usarlos hasta antojarme.
¡Nunca han de pisotearme!