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De la nada a la nada

“Si esta pobre existencia es como un puente
colgante entre dos áridos mutismos
vale decir entre dos muertes…”

(Del poema “Como si nada” del libro “La vida ese paréntesis”)
Mario Benedetti.



De la nada a la nada va la vida
entre gozos, tristezas y pasiones,
afrontando subidas y caídas
al andar explorando sus rincones.

De la nada a la nada va el camino
que tomamos buscando alguna meta,
y nos vamos con todo tras un sino
anhelando ganar en la ruleta.

De la nada a la nada damos pasos
que tozudos persiguen los laureles,
y encontramos insólitos fracasos
que a la postre suscitan agrias hieles.

De la nada a la nada transitamos
a sabiendas del viaje pasajero,
que de a poco se agotan nuestros tramos
y puntual continúa el minutero.

De la nada a la nada llegan días
que señalan la curva descendente;
se doblegan los pies sin energías
y los sueños fenecen en la frente.

De la nada a la nada, ya extenuados,
se resignan futuros e ideales;
y desviando los ojos al pasado
repasamos longevos memoriales.

De la nada a la nada en el final
deseamos volver a nuestra esencia;
y se encuentra benéfico y normal
retornar a la gris inexistencia.
 

SANDRA BLANCO

Administradora - JURADO
“Si esta pobre existencia es como un puente
colgante entre dos áridos mutismos
vale decir entre dos muertes…”

(Del poema “Como si nada” del libro “La vida ese paréntesis”)
Mario Benedetti.



De la nada a la nada va la vida
entre gozos, tristezas y pasiones,
afrontando subidas y caídas
al andar explorando sus rincones.

De la nada a la nada va el camino
que tomamos buscando alguna meta,
y nos vamos con todo tras un sino
anhelando ganar en la ruleta.

De la nada a la nada damos pasos
que tozudos persiguen los laureles,
y encontramos insólitos fracasos
que a la postre suscitan agrias hieles.

De la nada a la nada transitamos
a sabiendas del viaje pasajero,
que de a poco se agotan nuestros tramos
y puntual continúa el minutero.

De la nada a la nada llegan días
que señalan la curva descendente;
se doblegan los pies sin energías
y los sueños fenecen en la frente.

De la nada a la nada, ya extenuados,
se resignan futuros e ideales;
y desviando los ojos al pasado
repasamos longevos memoriales.

De la nada a la nada en el final
deseamos volver a nuestra esencia;
y se encuentra benéfico y normal
retornar a la gris inexistencia.

Y así es como vamos por este mundo tratando de alcanzar nuestras metas luchando para poder cumplir los sueños una tarea que muchas veces se torna muy difícil,estupendas reflexiones las que dejas,un gusto leerte,gracias por compartir,un beso grande.
 

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