Blanca Hernandez
Miembro Conocido
Defender la alegría
Hoy quiero defender la alegría
defender del tedio y la rutina,
de las miserias humanas,
de las ausencias definitivas.
Defender la alegría de los niños
de los ancianos y de los maestros,
de los payasos y los actores,
regalarla a los buenos profesores.
Quisiera defender como principios
de las tristezas y pesadillas,
de la desilusión y los trastornos,
de los buenos y malos ripios.
Defender a la caricia enamorada
de la risa que a veces dan penas,
defender de la noche en tinieblas,
la angustia punzante que da el dolor.
Defender la alegría sobre todo
de la tristeza y la melancolía,
de las hazañas de los canallas,
que envuelven con su retórica.
Defender de los buenos sueños
de las pasiones no contenidas,
porque amar y siempre respetar
es la alegría que nos da la vida
Hoy quiero defender la alegría
defender del tedio y la rutina,
de las miserias humanas,
de las ausencias definitivas.
Defender la alegría de los niños
de los ancianos y de los maestros,
de los payasos y los actores,
regalarla a los buenos profesores.
Quisiera defender como principios
de las tristezas y pesadillas,
de la desilusión y los trastornos,
de los buenos y malos ripios.
Defender a la caricia enamorada
de la risa que a veces dan penas,
defender de la noche en tinieblas,
la angustia punzante que da el dolor.
Defender la alegría sobre todo
de la tristeza y la melancolía,
de las hazañas de los canallas,
que envuelven con su retórica.
Defender de los buenos sueños
de las pasiones no contenidas,
porque amar y siempre respetar
es la alegría que nos da la vida
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