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Demian

Novela escrita por Herman Hesse en 1919. Relata el paso de la niñez a la madurez de Emil Sinclair.


Quería tan sólo intentar vivir lo que tendía a brotar espontáneamente de mí ¿Por qué había de serme tan difícil?


Fragmentos del libro


“[...] No soy un hombre que sabe. He sido un hombre que busca y lo soy aún, pero no busco ya en las estrellas ni en los libros; comienzo a escuchar las enseñanzas que mi sangre murmura en mí. Mi historia no es agradable, no es suave y armoniosa como las historias inventadas; sabe a insensatez y a confusión, a locura y ensueño, como la vida de todos los hombres que no quieren mentirse a sí mismos.

La vida de todo hombre es un camino hacia sí mismo, la tentativa de un camino, la huella de un sendero. Ningún hombre ha sido nunca por completo él mismo; pero todos aspiran a llegar a serlo, oscuramente unos, más claramente otros, cada uno como puede. Todos llevan consigo, hasta el fin, viscosidades y cáscaras de huevo de un mundo primordial. Alguno no llega jamás a ser hombre, y sigue siendo rana, ardilla u hormiga. Otro hombre de medio cuerpo arriba, y el resto, pez. Pero cada uno es un impulso de la Naturaleza hacia el hombre. Todos tenemos orígenes comunes: las madres; todos nosotros venimos de la misma sima, pero cada uno -tentativa e impulso desde lo hondo- tiende a su propio fin. Podemos comprendernos unos a otros, pero sólo a sí mismo puede interpretarse cada uno”.


(...)
" Y me contó la historia de un muchacho enamorado de una estrella. Adoraba a su estrella junto al mar, tendía sus brazos hacia ella, soñaba con ella y le dirigía todos sus pensamientos. Pero sabía o creía saber, que una estrella no podría ser abrazada por un ser humano. Creía que su destino era amar a una estrella sin esperanza; y sobre esta idea construyó todo un poema vital de renuncia y de sufrimiento silencioso y fiel que habría de purificarle y perfeccionarle. Todos sus sueños se concentraban en la estrella. Una noche estaba de nuevo junto al mar, sobre un acantilado, contemplando la estrella y ardiendo de amor hacia ella. En el momento de mayor pasión dio unos pasos hacia adelante y se lanzó al vacío, a su encuentro. Pero en el instante de tirarse pensó que era imposible y cayó a la playa destrozado. No había sabido amar. Si en el momento de lanzarse hubiera tenido la fuerza de creer firmemente en la realización de su amor, hubiese volado hacia arriba a reunirse con su estrella.

(...)
Las cosas que vemos son las mismas cosas que llevamos en nosotros. No hay más realidad que la que tenemos dentro. Por eso la mayoría de los seres humanos viven tan irrealmente; porque cree que las imágenes exteriores son la realidad y no permiten a su propio mundo interior manifestarse. Se puede ser muy feliz así, pero cuando se conoce lo otro, ya no se puede elegir el camino de la mayoría.

(...)
Acostumbramos a trazar límites demasiado estrechos a nuestra personalidad. Consideramos que solamente pertenece a nuestra persona lo que reconocemos como individual y diferenciador. Pero cada uno de nosotros está constituido por la totalidad del mundo; y así como llevamos en nuestro cuerpo la trayectoria de la evolución hasta el pez y aún más allá, así llevamos en el alma todo lo que desde un principio ha vivido en las almas humanas. Todos los dioses y demonios que han existido, ya sea entre los griegos, chinos o cafres, existen en nosotros como posibilidades, deseos y soluciones. Si el género humano se extinguiera con la sola excepción de un niño medianamente inteligente, sin ninguna educación, este niño volvería a descubrir el curso de todas las cosas y sabría producir de nuevo dioses, demonios, paraísos, prohibiciones, mandamientos y Viejos y Nuevos Testamentos. "
 
Última edición:
Es uno de los primeros libros que leí en mi juventud. Aunque tengo otros en mi alforja por contar. Sin contar que Hermann Hesse tiene el "Lobo Estepario" y "Siddhartha".
Obras maravillosa con un contenido impecable. Adoro al lobo estepario también.

De Siddharta dejo este pequeño fragmento:


«EI mundo, amigo Govinda, no es imperfecto, ni se encuentra en un camino lento hacia la perfección. No; él es perfecto en cualquier momento. Todo pecado ya lleva en sí el perdón, todos los lactantes, la muerte; todos los moribundos, la vida eterna.


Gracias Maru y un abrazo. Cariños.
 
Última edición:

MARIPOSA NEGRA

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los tres libros son excelentes en lo personal me quedo con Siddharta

"Siddharta tenía un fin, una meta única: deseaba quedarse vacío, sin sed, sin deseos, sin sueños,
sin alegría ni penas. Deseaba morirse para alejarse de sí mismo, para no ser yo, para encontrar la
tranquilidad en el corazón vacío, para permanecer abierto al milagro a través de los pensamientos
despersonalizados: ése era su objetivo. Cuando todo el yo se encontrase vencido y muerto, cuando
se callasen todos los vicios y todos los impulsos en su corazón, entonces tendría que despertar lo
último, lo más íntimo del ser, lo que ya no es el yo, sino el gran secreto"
 

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