Soy el dueño de mi sueño
el señor de mi deseo
y tu, que a Venus no desmereces
me has dicho sí mil veces
tantas, como amor poseo.
En las noches soy tu dueño
y a tu piel yo hermoseo
y lo hago a mi manera
cual flor, eterna primavera
y sin pedirte consenso
sin necesitar aceptación
que a quererte soy propenso
y tu eres mi devoción
pero solo yo decido como
solo yo decido cuando;
soy el dueño de mis sueños
el señor de mis deseos.
								
									Última edición: 
								
							
						
						
	
					 
				 
                                 
                                 
                                 
                                 
                                 
 
		 
                                 
                                 
                                 
                                 
                                 
                                 
                                 
                                 
                                 
 
		 
                                 
                                 
 
		 
 
		 
                                 
                                 
                                 
                                 
                                 
 
		 
                                 
                                