Daniel
Miembro Conocido

El cielo es lucero de un alma que alquila
canciones de invierno por el horizonte;
creando una herida que a él lo adormila,
abriendo un tormento, creando el apronte.
El ansia se mezcla con furia y tequila
y la muerte acecha profunda en el monte;
desgarros de luces la sangre destila,
cuchillos que rugen como un mastodonte.
La luz encendida, la parca que muerde
lamentos del alma en claro de luna;
la hombría mostrada en tierra se pierde,
el duelo se acaba, le huyó la fortuna.
El hijo que llora, la trena lo aguarda,
se aleja sonriendo la muerte bastarda.