Hola, Javier:
Tu ovillejo está bien en cuanto a métrica, pero el último verso no se compone –como es preceptivo- de los versos 2º, 4º y 6º, porque de hacerlo así, e incorporar la palabra “se”, el verso daría 9 sílabas: “tan lerdo que cantos se come”.
Un pequeño “truco” consiste en buscar palabras que hagan que el 2º, 4º o 6º verso acabe con palabra aguda, por lo que son versos de 2 sílabas gramaticales, pero 3 a efectos métricos, precisamente por su carácter de agudos. Al unir los 3 versos, salen las 8 sílabas con las que debe terminar el ovillejo. Para ilustrar mejor lo dicho, voy a tomar como ejemplo uno de mis ovillejos, ya publicado en el portal:
Ante Dios como testigo
te digo (3 sílabas)
con infinito fervor:
mi amor, (2+1= 3 sílabas)
con cariño verdadero
¡te quiero! (3 sílabas)
Con sentimiento sincero
me postro ante ti de hinojos
y mirándote a los ojos
te digo, mi amor: ¡te quiero! (8 sílabas).
El ovillejo es una clase de composición que tiene mayor dificultad de lo que a primera vista aparenta. Otro “truco” que yo siempre aconsejo es empezar el ovillejo por el final, es decir, creando un octosílabo que al descomponerse en 3 versos, uno de ellos sea trisílabo por acabar en palabra aguda. Una vez determinado ese verso final, hay que construir el ovillejo para que el resultado sea satisfactorio, pero por raro que parezca, resulta mucho más fácil haciéndolo así.
Un abrazo y mis mejores deseos para estas fiestas.