Francisco Escobar Bravo
Miembro Conocido
Es tremendo soñar tenerte al lado,
darme cuenta después que fuiste un sueño;
pues jamás de tu cuerpo seré el dueño,
aunque jures amarme y demasiado.
Y en verdad que no mientes, no he pensado
que lo hicieses jamás; pero ese empeño
quedará solamente en un ensueño,
uno más como tantos del pasado.
¡Mala suerte la mía! Más bien poca,
porque mala no fue después de todo.
O mi mente nació bastante loca
o quizá enloqueció de cualquier modo.
¡Ven, mi amor, que deseo de tu boca
el licor que me obligue a estar beodo!
darme cuenta después que fuiste un sueño;
pues jamás de tu cuerpo seré el dueño,
aunque jures amarme y demasiado.
Y en verdad que no mientes, no he pensado
que lo hicieses jamás; pero ese empeño
quedará solamente en un ensueño,
uno más como tantos del pasado.
¡Mala suerte la mía! Más bien poca,
porque mala no fue después de todo.
O mi mente nació bastante loca
o quizá enloqueció de cualquier modo.
¡Ven, mi amor, que deseo de tu boca
el licor que me obligue a estar beodo!
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