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Los Hornos de Hitler - Olga Lengyel

Comparto con ustedes, fragmentos del libro de Olga Lengyel.

Quizás pregunte el lector: "¿Qué podré hacer yo personalmente para que estas cosas horrendas no
se repitan?"

Yo no soy entendida en política ni economista. Soy simplemente una mujer que padeció, que perdió
a su marido, a sus padres, a sus hijos y a sus amigos. Yo sé que el mundo tendrá que compartir
colectivamente la responsabilidad. Los alemanes pecaron criminalmente, pero lo mismo hicieron las
demás naciones aunque sólo sea por negarse a creer y a afanarse día y noche en salvar a los
desventurados y desposeídos, por cuantos medios estuviesen a su alcance. Sé que si la gente de todo el
mundo se propone que de ahora en adelante reine una justicia indivisible y que no haya más Hitlers,
algo se conseguirá. Indudablemente, todos aquellos cuyas manos se hayan manchado con sangre
nuestra, bien sea directa bien indirectamente, tienen que pagar por los crímenes que han cometido, lo
mismo si son hombres que si son mujeres.
Si no se hace así, constituirá un verdadero ultraje para millones de muertos inocentes.
Recuerdo las interminables discusiones de nuestros días estudiantiles cuando nos formulábamos la
pregunta de si el hombre era fundamentalmente bueno o malo, y tratábamos de hallar una respuesta. En
Birkenau se sentía una tentada de responder que el hombre era inalterablemente malo. Pero esto sería
una confirmación de la filosofía nazi, la cual pretende que la humanidad es estúpida y perversa, y que
necesita ser metida en rodera a base de palo. Acaso el crimen más horrendo que cometieron contra
nosotros los "superhombres" sea la campaña que desencadenaron, muchas veces con éxito, para
convertirnos en unas bestias tan monstruosas como ellos.

El libro digital lo pueden encontrar fácilmente en la web. Olga sobrevivió sólo para contarnos su historia.

Era el último día del año... Caían enormes copos... Oíamos las ratas. .. Pero no podíamos hacer otra
cosa más que cerrar los ojos y rezar porque llegase la justicia... ¡La justicia! Era la víspera de año
nuevo... En alguna parte de la tierra, más allá de las alambradas de púas, los hombres libres se estrechaban
la mano y levantaban sus vasos para desear a los demás un Feliz Año Nuevo. . . Pero en
Birkenau, las ratas estaban cebándose en la carne de los niños de Europa.

.......

Los individuos más débiles iban hundiéndose más y más en una existencia animal, donde no se
permitían siquiera el sueño de llenar el estómago, sino que tenían que resignarse a los padecimientos de
su hambre devoradora. Sólo pedían tener un poco menos de frío, ser golpeados con un poco menos de
frecuencia, disponer de un poco de paja para suavizar y mullir las duras tablas de la koia, y de cuando
en cuando gozar de un vaso entero de agua para ellos solos, aunque procediese del depósito corrompido
del campo. Se necesitaba una energía moral extraordinaria para asomarse al borde de la infamia nazi y
no caer en el fondo del pozo.
Sin embargo, conocí a muchos internados que supieron ser fieles a su dignidad humana hasta el
mismo fin. Los nazis lograron degradarlos físicamente, pero no fueron capaces de rebajarlos
moralmente.
Gracias a estos pocos, no he perdido totalmente mi fe en la humanidad. Si en la misma jungla de
Birkenau no todos fueron necesariamente inhumanos con sus hermanos hombres, indudablemente hay
todavía esperanzas.
Esta esperanza es la que me hace vivir.

FIN

El libro consta de 226 páginas. Relata las vivencias de ella, su familia, hombres y mujeres así como los niños del campo de concentración Birkenau o Auschwitz II.
 
Última edición:
En este momento estoy leyendo un libro titulado " Te vigilo", pero en cuanto lo termine buscaré el que recomiendas, me ha llamado la atención lo que leí, saludos.
 
Hola niña:

Te recomiendo el libro, es biográfico entre 1936 hasta el final de la II Guerra Mundial. Termine llorando, es bastante crudo y conmovedor. Lo coloqué porque tenía una deuda con la autora, mi deuda personal es que su historia no sólo debe de ser leída sino también compartida por todos los medios. Algunas historias no deben de quedar en la oscuridad.
Un beso, bienvenida y bendiciones.
 
Mucho más interés despiertas en mi con esa referencia poeta Tinne, en realidad hay millones de historias llenas de atrocidades que se pierden en la oscuridad, pero las que se puedan rescatar y difundir, son ganancia, un saludo.
 

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