Mundo espiritual

[gonzalo]

[h=2]Mundo espiritual[/h]

Mis ojos son escaparates,
miran lo que no deben mirar,
traspasan dimensiones de colores,
ellos viajan a lo cambiado.
Ven esferas diferenciadas
donde muchos están alegres
y otros tristes...
Mi alma queda conmovida
por todos los niveles espirituales,
mi mente queda pensativa,
!dónde iré cuando muera!.
Debe haber una relación
del mundo visible e invisible.
Y mi amor debe ser mayor
para estar en una esfera alta.
Debo preocuparme
con mi crecimiento espiritual;
cuántas personas amé
cuando estaba con mi cuerpo.
Nadie define mi destino,
soy yo que elijo el lugar.

GONZALO PEREZ ALARCON​

 

[SANDRA BLANCO]

Mundo espiritual

Mis ojos son escaparates,
miran lo que no deben mirar,
traspasan dimensiones de colores,
ellos viajan a lo cambiado.
Ven esferas diferenciadas
donde muchos están alegres
y otros tristes...
Mi alma queda conmovida
por todos los niveles espirituales,
mi mente queda pensativa,
!dónde iré cuando muera!.
Debe haber una relación
del mundo visible e invisible.
Y mi amor debe ser mayor
para estar en una esfera alta.
Debo preocuparme
con mi crecimiento espiritual;
cuántas personas amé
cuando estaba con mi cuerpo.
Nadie define mi destino,
soy yo que elijo el lugar.

GONZALO PEREZ ALARCON​

Gonzalo que bonito poema mucho misticismo hay hoy en tus letras,esa interrogante que planteas en tus versos es la que todos nos hacemos donde iremos luego de nuestra muerte física,muy buen poema,gracias por compartir,un beso grande.

 

[margui]

Gonzalo
Tu poema es una elevada meditación
El amor es un fluido tan sutil que nos penetra
siempre que encuentre una brecha para entrar
nos eleva a esas maravillosas esferas de tus visiones,
Amar sin condición es la clave
un abrazo

 

[Daniel]

Un tema que dá para mucha polémica según la creencia de cada persona, personalmente yo coincido con usted. Maravillosa y muy profunda obra poeta Gonzalo, felicitaciones, se le saluda atte.

 

[MARIPOSA NEGRA]

muy buen tema mi querido paisano, tantas visiones bombardean nuestra alma que a veces es imposible irnorarlas, un placer leerte Gonzalo, besos