Matilde Maisonnave
Miembro Conocido
Oxígeno que das vida
Las flores se me marchitan
al borde de las palabras,
la pluma se me anochece
en medio de tantas lágrimas.
No sé si serán los duendes
jugando con mis pesares,
espiando están mi mente
que se queda como ausente.
Soy un despojo de letras;
sirvo para el más lego,
a engordar su porvenir
estudiando mis defectos.
No sé ya…qué más decir.
Mi musa ya no entretiene,
el poeta se merece
una obra subliminal.
No pierdo mi valentía.
Pongo firme en esta hoja
lo que a mí más se me antoja,
sabré que no erré mis quejas.
Árboles bajo su mirada
quizá escuchen crujir;
a un delfín sonreír
antes de la cuchillada.
Duro es dejar que aborten
nuestras caras esperanzas.
El oro y la plata busquen,
con nuestra venia total…
Naturaleza, Reina hermosa,
orgullosa, misteriosa…
Somos nosotros vasallos
testigos de tus regalos.
¡Oxígeno que das vida!
No admites ser desdeñada.
Matilde Maisonnave
Las flores se me marchitan
al borde de las palabras,
la pluma se me anochece
en medio de tantas lágrimas.
No sé si serán los duendes
jugando con mis pesares,
espiando están mi mente
que se queda como ausente.
Soy un despojo de letras;
sirvo para el más lego,
a engordar su porvenir
estudiando mis defectos.
No sé ya…qué más decir.
Mi musa ya no entretiene,
el poeta se merece
una obra subliminal.
No pierdo mi valentía.
Pongo firme en esta hoja
lo que a mí más se me antoja,
sabré que no erré mis quejas.
Árboles bajo su mirada
quizá escuchen crujir;
a un delfín sonreír
antes de la cuchillada.
Duro es dejar que aborten
nuestras caras esperanzas.
El oro y la plata busquen,
con nuestra venia total…
Naturaleza, Reina hermosa,
orgullosa, misteriosa…
Somos nosotros vasallos
testigos de tus regalos.
¡Oxígeno que das vida!
No admites ser desdeñada.
Matilde Maisonnave