Yolvi Efrain Cauro Mendes
Miembro Conocido
Pensé: -En sus brazos, con ella
Pensé: -El flujo y el reflujo
de su boca de biscuit
es mi caverna, mi suite,
y mi grimorio de brujo
en una edición de lujo
que el ímpetu tapia y sella.
Pensé: -Tras su piel doncella,
ni la gubia de los años
podría labrarme daños.
Pensé: -En sus brazos, con ella,
está mi resurrección,
mi impresionable botija,
mi prehistórica vasija
de dudosa datación,
la urgente trasudación
de mis brazos y antebrazos…
Pensé: -¿Los hoscos fracasos
prometen lazos de acero?
Pues yo, más hosco y más fiero,
¡romperé acero tus lazos!
Pensé: -Si el tiempo la nombra
en un frío villancico,
¿quépuedo hacer? ¿Le dedico
la desnudez de mi sombra?
¿Me trasfiguro en la alfombra
roja que aguarda su huella?
Pensé: -Si su faz destella
y esboza un lustroso rastro,
¿para qué suplica un astro?
¿Para qué quiere una estrella,
si ella es polvo sideral?
¿Querrá ponerse en el pelo
algún ornato del cielo
como una peineta astral?
Y pensé: -Si ella es mistral,
-viento de añejos parnasos-,
¿por qué no envía Pegasos
a quebrar mi espacio aéreo?
¿Podrá temerle a lo etéreo
quien tiene al cielo en los brazos?
Yolvi Efraín Cauro Mendez.
Pensé: -En sus brazos, con ella,
¡Romperé acero tus lazos!
¿Para qué quiere una estrella
quien tiene al cielo en los brazos?
¡Romperé acero tus lazos!
¿Para qué quiere una estrella
quien tiene al cielo en los brazos?
Andres Eloy Blanco
Pensé: -El flujo y el reflujo
de su boca de biscuit
es mi caverna, mi suite,
y mi grimorio de brujo
en una edición de lujo
que el ímpetu tapia y sella.
Pensé: -Tras su piel doncella,
ni la gubia de los años
podría labrarme daños.
Pensé: -En sus brazos, con ella,
está mi resurrección,
mi impresionable botija,
mi prehistórica vasija
de dudosa datación,
la urgente trasudación
de mis brazos y antebrazos…
Pensé: -¿Los hoscos fracasos
prometen lazos de acero?
Pues yo, más hosco y más fiero,
¡romperé acero tus lazos!
Pensé: -Si el tiempo la nombra
en un frío villancico,
¿quépuedo hacer? ¿Le dedico
la desnudez de mi sombra?
¿Me trasfiguro en la alfombra
roja que aguarda su huella?
Pensé: -Si su faz destella
y esboza un lustroso rastro,
¿para qué suplica un astro?
¿Para qué quiere una estrella,
si ella es polvo sideral?
¿Querrá ponerse en el pelo
algún ornato del cielo
como una peineta astral?
Y pensé: -Si ella es mistral,
-viento de añejos parnasos-,
¿por qué no envía Pegasos
a quebrar mi espacio aéreo?
¿Podrá temerle a lo etéreo
quien tiene al cielo en los brazos?
Yolvi Efraín Cauro Mendez.
