CarlosFranco
Miembro Conocido
Tomo un lienzo,
pues hoy que estás frente a mí,
cierro los ojos y quiero dibujarte; a ti.
Sonríes,
y en esa mágica sonrisa tuya, propicias la mía;
y la felicidad es cierta y plena en esta vida;
veo tus ojos
y en ellos están los sueños y anhelos
de estar siempre a tu lado,
y luego tus caricias,
que labran y siembran el amor
que traes en tus manos y que germina en cada poro
de mi piel que has plantado,
sigues con tu voz
haciéndome cada vez más tuyo,
y es la melodía de las palabras tuyas
que marcan el compás a la arritmia de mi corazón.
Y entonces...
eres pensamiento,
y te vuelves emoción,
te transformas en sentimientos
y en deseos anhelados con pasión,
mi mundo se torna tuyo, y eso
que mi mundo eres tú,
y siento que no existe silencio más hermoso
que el que me deja escuchar tu respiración,
aquí, tan cerca de mí...
Y eres como la bradicardia cuando detiene al corazón,
así se detuvo el tiempo
cuando tu beso a mi boca arribó.
Vuelve a andar el reloj,
sin dejar de sentir que tú eres lo mejor,
que eres la vida misma,
que eres mi razón,
que eres mi sol, mi luna, mis estrellas...
mi universo entero,
mi amada adoración,
eres mi barca, mi mar y mi destino,
mi querido y más grande amor.
Y voy a dibujar tu cálido abrazo,
que mi alma a la tuya fundió,
tus brazos en los que como niño duermo
sin preocupaciones, sin tristeza, ni dolor;
es tu rostro amada mía
que avergüenza hasta el sol,
se esconde el astro al haber creído que era perfecta su belleza
hasta que vio tu hermosura y tu candor,
y no se salvó la luna,
también corrió, al ver azucena tan bella y tan pura,
dueña de mi corazón,
as así amor mío, que desde tu existencia
el día y la noche nació.
Es exquisito manjar tu cuerpo vida mía,
prodigio y perfecta creación de DIOS;
es tu andar como el vuelo de las aves en el cielo,
es sentir que eres caperucita
y yo soy tu lobo feroz.
Al fin la pintura he terminado,
abro los ojos y...
¡No eres tú!
La he dibujado a ella.
¡Lo siento!
Alguien se sentó a mi lado
y al tocar mi corazón,
dejó sus marcas y sus huellas,
dejó el esbelto paisaje del amor,
amor de su rostro y de su rostro
que hoy se dibujó.
<
pues hoy que estás frente a mí,
cierro los ojos y quiero dibujarte; a ti.
Sonríes,
y en esa mágica sonrisa tuya, propicias la mía;
y la felicidad es cierta y plena en esta vida;
veo tus ojos
y en ellos están los sueños y anhelos
de estar siempre a tu lado,
y luego tus caricias,
que labran y siembran el amor
que traes en tus manos y que germina en cada poro
de mi piel que has plantado,
sigues con tu voz
haciéndome cada vez más tuyo,
y es la melodía de las palabras tuyas
que marcan el compás a la arritmia de mi corazón.
Y entonces...
eres pensamiento,
y te vuelves emoción,
te transformas en sentimientos
y en deseos anhelados con pasión,
mi mundo se torna tuyo, y eso
que mi mundo eres tú,
y siento que no existe silencio más hermoso
que el que me deja escuchar tu respiración,
aquí, tan cerca de mí...
Y eres como la bradicardia cuando detiene al corazón,
así se detuvo el tiempo
cuando tu beso a mi boca arribó.
Vuelve a andar el reloj,
sin dejar de sentir que tú eres lo mejor,
que eres la vida misma,
que eres mi razón,
que eres mi sol, mi luna, mis estrellas...
mi universo entero,
mi amada adoración,
eres mi barca, mi mar y mi destino,
mi querido y más grande amor.
Y voy a dibujar tu cálido abrazo,
que mi alma a la tuya fundió,
tus brazos en los que como niño duermo
sin preocupaciones, sin tristeza, ni dolor;
es tu rostro amada mía
que avergüenza hasta el sol,
se esconde el astro al haber creído que era perfecta su belleza
hasta que vio tu hermosura y tu candor,
y no se salvó la luna,
también corrió, al ver azucena tan bella y tan pura,
dueña de mi corazón,
as así amor mío, que desde tu existencia
el día y la noche nació.
Es exquisito manjar tu cuerpo vida mía,
prodigio y perfecta creación de DIOS;
es tu andar como el vuelo de las aves en el cielo,
es sentir que eres caperucita
y yo soy tu lobo feroz.
Al fin la pintura he terminado,
abro los ojos y...
¡No eres tú!
La he dibujado a ella.
¡Lo siento!
Alguien se sentó a mi lado
y al tocar mi corazón,
dejó sus marcas y sus huellas,
dejó el esbelto paisaje del amor,
amor de su rostro y de su rostro
que hoy se dibujó.
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