Por la manchega llanura...

[Francisco Escobar Bravo]

Por la manchega llanura,
a lomos de Rocinante,
marcha un caballero andante
en busca de la aventura.

¿Su nombre? Alonso Quijano.
Mas le llaman Don Quijote,
de los truhanes azote
y de los pobres hermano.

Pues enristra igual su lanza
contra un pérfido patán
que luego comparte el pan
con el sabio Sancho Panza.

Juntos van por el camino,
cada cual va en su montura;
el de la triste figura
va en rocín, Panza en pollino.

Bregan mucho y comen poco.
A Quijano no le apura.
Mas Sancho siente amargura
y piensa si su amo es loco.

Que aquello de los gigantes,
que eran aspas de molino,
le dejó triste y mohíno
a la ficción de Cervantes.

La del manteo la afrenta,
tras confundir los pellejos,
hace a Panza querer lejos
alejarse de la venta.

Y así cabalgan deprisa
para evitarse más males,
pues tapan sus cardenales
apenas con la camisa.

Uno piensa en Dulcinea
y otro sueña en su Gobierno
mientras van por el Infierno,
bajo el Sol que es una tea.

¡Santiago y España cierra
que, para agrandar su gloria,
esta magnífica historia
la escribió un manco en mi tierra!​

 

[José Luis Blázquez]

Extraordinario poema, narrando las aventuras del inmortal personaje creado por Cervantes.

Un abrazo.

 

[Caballo Negro]

Que te puedo decir Francisco ...me encanto ...por tus versos y por que soy una fans de Don Quijote amigo.....un abrazo

 

[Francisco Escobar Bravo]

¡Y qué personaje, amigo José Luis! No creo que nadie pueda crear nunca uno parecido.
Aparte de escribir bien, Cervantes tuvo la gran fortuna o el enorme talento de hacerlo inmortal.
Aunque te diría que el de Sancho Panza tampoco tiene desperdicio.
Muchas gracias, compañero.
Abrazos.

 

[Francisco Escobar Bravo]

Querida Maru, en el fondo todos los españoles tenemos algo de quijotes.
Al menos en mis tiempos.
Te agradezco mucho tu tiempo y tus elogios, amiga.
Muchos besos.