Blanca Hernandez
Miembro Conocido
Tema libre...
A ti querido mar, vengo a decirte
extraño su bocanadas de humo,
sus manos finas, llenas de anhelos
que se incrustaban, pasando mi muro.
Si alguna vez de él pierdo la memoria
búscala en el gran patio, de mi casa
la encontrarás allí, siempre acurrucada
en la fuente de afectos, nunca escasa.
Querido mar no dejes, que se esparza
este dolor que me traspasa el alma,
al sentirlo así, se convierte en brasa
que llena mi corazón, con dulce calma
Querido mar, su voz llega en la noche
su vozarrón de pájaro me abraza,
pero en la triste mañana, de mis días
ya se callo y nunca más me canta.
Él acariciaba mis alas de golondrinas
en los octubre que mi ser viajaba,
él me traía de nuevo, por él bendecida
a este hogar, a esta lumbre, a esta casa.
A ti querido mar, me inclino trayendo
mi corazón oprimido por las lágrimas,
a ofrecerte a ti, para que le entregues,
este bolsón llenito de nostalgias.

A ti querido mar, vengo a decirte
extraño su bocanadas de humo,
sus manos finas, llenas de anhelos
que se incrustaban, pasando mi muro.
Si alguna vez de él pierdo la memoria
búscala en el gran patio, de mi casa
la encontrarás allí, siempre acurrucada
en la fuente de afectos, nunca escasa.
Querido mar no dejes, que se esparza
este dolor que me traspasa el alma,
al sentirlo así, se convierte en brasa
que llena mi corazón, con dulce calma
Querido mar, su voz llega en la noche
su vozarrón de pájaro me abraza,
pero en la triste mañana, de mis días
ya se callo y nunca más me canta.
Él acariciaba mis alas de golondrinas
en los octubre que mi ser viajaba,
él me traía de nuevo, por él bendecida
a este hogar, a esta lumbre, a esta casa.
A ti querido mar, me inclino trayendo
mi corazón oprimido por las lágrimas,
a ofrecerte a ti, para que le entregues,
este bolsón llenito de nostalgias.
