Francisco Escobar Bravo
Miembro Conocido
Repasando sus letras me pregunto
si la misma mujer es la que fuera
la que ayer a su lado estuve junto
cuando escribe hoy por hoy de tal manera.
No lo puedo creer. ¡Y estuve a punto
de tenerla, sin más, de compañera!
Solamente, ya sé, cual fue el asunto
que me hacía feliz junto a su vera.
¡Y pensar que me amó..! Fue amor sincero,
no lo dudo siquiera ni un instante.
Por mi parte, cariño verdadero
como siente, recuerdo, un estudiante.
Mas cambió totalmente y ya no quiero
recordar, lo aseguro, su semblante.
¿Cómo puede cambiar una persona
o es que debo pensar que es que fingía?
La verdad es que nunca fue chillona
y en silencio de todos se escondía.
Pareciese que fuera una ladrona,
pues a todos miraba y les temía
cual si fuese algo malo, una bribona,
como el caco que teme al policía.
¿Y celosa? ¡Jamás he conocido
a ninguna que pudo serlo tanto!
No lo fue, al parecer, de su marido
pero sí del poeta y de su encanto.
Desde entonces, ¿qué cambio habrá sufrido?
Ni me importa, ni sé si mucho o cuánto.
Sólo sé que es distinta, que no es ella.
O fingió, puede ser, que no me agrada.
Mas su luz no es la luz de aquella estrella
que en su día mostróse enamorada.
Ha dejado de ser, por mayor, bella
y demuestra rencor en su mirada,
anda siempre buscando la querella
para siempre decir igual bobada.
Me salvé, por ventura, de sus celos,
de sus torvas ideas, de su hechizo.
Sí sufrí, suplicando hasta a los Cielos
y por poco al Infierno me deslizo.
Me salvé, con dolor,mas por los pelos,
de no ser de un señor sólo el mellizo.
si la misma mujer es la que fuera
la que ayer a su lado estuve junto
cuando escribe hoy por hoy de tal manera.
No lo puedo creer. ¡Y estuve a punto
de tenerla, sin más, de compañera!
Solamente, ya sé, cual fue el asunto
que me hacía feliz junto a su vera.
¡Y pensar que me amó..! Fue amor sincero,
no lo dudo siquiera ni un instante.
Por mi parte, cariño verdadero
como siente, recuerdo, un estudiante.
Mas cambió totalmente y ya no quiero
recordar, lo aseguro, su semblante.
¿Cómo puede cambiar una persona
o es que debo pensar que es que fingía?
La verdad es que nunca fue chillona
y en silencio de todos se escondía.
Pareciese que fuera una ladrona,
pues a todos miraba y les temía
cual si fuese algo malo, una bribona,
como el caco que teme al policía.
¿Y celosa? ¡Jamás he conocido
a ninguna que pudo serlo tanto!
No lo fue, al parecer, de su marido
pero sí del poeta y de su encanto.
Desde entonces, ¿qué cambio habrá sufrido?
Ni me importa, ni sé si mucho o cuánto.
Sólo sé que es distinta, que no es ella.
O fingió, puede ser, que no me agrada.
Mas su luz no es la luz de aquella estrella
que en su día mostróse enamorada.
Ha dejado de ser, por mayor, bella
y demuestra rencor en su mirada,
anda siempre buscando la querella
para siempre decir igual bobada.
Me salvé, por ventura, de sus celos,
de sus torvas ideas, de su hechizo.
Sí sufrí, suplicando hasta a los Cielos
y por poco al Infierno me deslizo.
Me salvé, con dolor,mas por los pelos,
de no ser de un señor sólo el mellizo.
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