MarcosR
Miembro Conocido
Ya no me dolerán
las horas de desvelos,
los ojos perforando los techos.
La mirada de hielo
que no te reconoce.
La culpa de ocultarte
y ocultarme.
La oscuridad brutal
de la derrota
en mi alma ausente.
Ya no me dolerán
tus abrazos desesperados
de angustia y de congoja,
tu tristeza ambulante
por esta densa bruma
en la que te sumerjo.
Tus manos extendidas,
siempre,
tus manos extendidas.
Tus preguntas calladas.
Tu hombro siempre puesto
y dispuesto
para mis mentiras,
a la hora que sea,
y otra vez
tus nuevas oportunidades,
otra vez, como antes, nuevamente.
Y toda esta tristeza
que no puedo parar,
y es lo único que queda.
Ya no me dolerán
los lunes de mañana.
Las cortinas cerradas.
Los espejos hostiles.
Las ojeras robustas.
Las ganas de gritar
y de morir,
y de seguir buscando más
y más y más y más...
(Inspirado en una historia muy dolorosa y muy cercana).
las horas de desvelos,
los ojos perforando los techos.
La mirada de hielo
que no te reconoce.
La culpa de ocultarte
y ocultarme.
La oscuridad brutal
de la derrota
en mi alma ausente.
Ya no me dolerán
tus abrazos desesperados
de angustia y de congoja,
tu tristeza ambulante
por esta densa bruma
en la que te sumerjo.
Tus manos extendidas,
siempre,
tus manos extendidas.
Tus preguntas calladas.
Tu hombro siempre puesto
y dispuesto
para mis mentiras,
a la hora que sea,
y otra vez
tus nuevas oportunidades,
otra vez, como antes, nuevamente.
Y toda esta tristeza
que no puedo parar,
y es lo único que queda.
Ya no me dolerán
los lunes de mañana.
Las cortinas cerradas.
Los espejos hostiles.
Las ojeras robustas.
Las ganas de gritar
y de morir,
y de seguir buscando más
y más y más y más...
(Inspirado en una historia muy dolorosa y muy cercana).