Duerme al sol, la mano sobre el pecho
aquel poeta sencillo, de las horas tristes
que fue de todos, sin ser de nadie
solo una niña reza en su sepultura
Es aquella niña pequeña que un día recogiera
la de mirada triste, que le dio su cariño
que una tarde hace muchos años
le dijo papá, cuanto te quiero