¿Cuántas veces que sueña el alma mía
con el rojo pasión de tu embeleso
se encienden mis mejillas por el beso
que sin duda hoy mi boca te daría?
Se arrebola mi cara de alegría
al pensar en tu beso, lo confieso,
y se enciende el carmín del labio, preso
de música, ilusión y fantasía.
Emerge el...