QUINSONNAS
Miembro Conocido
 
	Marchándote me atacas con un dardo
repleto de frialdad en su ponzoña
y hendido ante mi amor de tez bisoña
esparce esta desdicha en la que ardo.
Ensarta su aguijón a lo que guardo
de aquél aroma tuyo de borgoña
cosecha que, tras irte, ahora otoña
mis vanas esperanzas en un fardo.
Me enquista sin antídoto su púa
y tóxica, en mis venas, se restriega
gozando por usarme de dïana.
Se clava en mi interior y me fluctúa
sin nada yo que hacer en la refriega
que pueda derrotar su cerbatana.
								
									Última edición: 
								
							
						
						
	
					 
				 
 
		 
                                 
                                 
                                 
 
		 
                                 
                                 
                                 
                                 
                                 
                                 
 
		 
                                 
                                 
                                 
                                 
                                 
                                 
                                 
                                 
                                 
 
		 
	 
 
		