Francisco Escobar Bravo
Miembro Conocido
¡Si supieras, mi amor, cuánto te quiero,
cuánto ansío tus besos, tus abrazos..!
Capaz soy de batirme y, a espadazos,
que hasta el mismo Satán pruebe mi acero.
No se estila tal lance, que el dinero
soberano es del mundo y con sus lazos
bien sujetos nos tiene hechos pedazos,
convirtiendo al rebelde en prisionero.
Mas no olvides, mi bien, que existió un día
en que sólo el valor daba la gloria,
que el dinero era un dios que no existía,
las leyendas lo afirman y la Historia.
En tal tiempo pudiste tú ser mía,
pues la plata tan sólo era accesoria.
¡Qué maldita memoria,
si ese tiempo feliz no lo he vivido!
¡Hoy no tiene el honor ningún sentido!
cuánto ansío tus besos, tus abrazos..!
Capaz soy de batirme y, a espadazos,
que hasta el mismo Satán pruebe mi acero.
No se estila tal lance, que el dinero
soberano es del mundo y con sus lazos
bien sujetos nos tiene hechos pedazos,
convirtiendo al rebelde en prisionero.
Mas no olvides, mi bien, que existió un día
en que sólo el valor daba la gloria,
que el dinero era un dios que no existía,
las leyendas lo afirman y la Historia.
En tal tiempo pudiste tú ser mía,
pues la plata tan sólo era accesoria.
¡Qué maldita memoria,
si ese tiempo feliz no lo he vivido!
¡Hoy no tiene el honor ningún sentido!