Francisco Escobar Bravo
Miembro Conocido
¡Y dale con el pecado!
¡La cosa tiene narices!
¿Por qué, demonios, lo dices
si no nos hemos tocado?
¿O es que ni cuenta me he dado
y has sido mi tierna amante?
Pues deberé estar bastante
despistado y no sentí
ese dulce frenesí
ni tan siquiera un instante.
Ya puedes estar tranquila,
porque tu amor no es impuro.
De verdad, mujer, te juro
que es amor que no se estila.
Que en este tiempo en que oscila
tanto el fiel de la balanza,
en que todo es una danza
lujuriosa, endemoniada,
tú no has pecado ni nada
sino que has dado esperanza.
¡Basta, pues, de tonterías,
de curas y de pastores!
¿Acaso ellos son mejores,
sus camas menos impías!
Ya se acabaron los días
de la "Santa" Inquisición.
¡Dame un beso, corazón!,
solamente es lo que pido.
Y envía raudo al olvido
ésa sin par sinrazón.
¡La cosa tiene narices!
¿Por qué, demonios, lo dices
si no nos hemos tocado?
¿O es que ni cuenta me he dado
y has sido mi tierna amante?
Pues deberé estar bastante
despistado y no sentí
ese dulce frenesí
ni tan siquiera un instante.
Ya puedes estar tranquila,
porque tu amor no es impuro.
De verdad, mujer, te juro
que es amor que no se estila.
Que en este tiempo en que oscila
tanto el fiel de la balanza,
en que todo es una danza
lujuriosa, endemoniada,
tú no has pecado ni nada
sino que has dado esperanza.
¡Basta, pues, de tonterías,
de curas y de pastores!
¿Acaso ellos son mejores,
sus camas menos impías!
Ya se acabaron los días
de la "Santa" Inquisición.
¡Dame un beso, corazón!,
solamente es lo que pido.
Y envía raudo al olvido
ésa sin par sinrazón.