A solas…
   
Esa luna preñada;
baja por las faldas sensuales acicalando los frutos tibios…
   
En la piel
de leche y mieles donde las brisas atraviesan el alba
y copan los sueños.
   
Así…
En esa locura que desgaja el silencio a besos
y clamor.
A gemidos
que brotan desde los pechos mojados.
   
En esa boca de luna que se tiñe de primavera…
   
Y dices su nombre a ojos cerrados.
Y amas de prisa,
entre pausas y a solas;
soñando.
   
O despierta…
   
Apretando esa ilusión de ser y sentir.
De divagar
en un espacio maleable;
de las propias caricias entre poros y alma.
   
En esa cuestión
de gozar mil veces al tiempo.
   
Autor: Fabián Irusta (Argentina) D/Reservados
Imagen tomada de la Web
   
								Esa luna preñada;
baja por las faldas sensuales acicalando los frutos tibios…
En la piel
de leche y mieles donde las brisas atraviesan el alba
y copan los sueños.
Así…
En esa locura que desgaja el silencio a besos
y clamor.
A gemidos
que brotan desde los pechos mojados.
En esa boca de luna que se tiñe de primavera…
Y dices su nombre a ojos cerrados.
Y amas de prisa,
entre pausas y a solas;
soñando.
O despierta…
Apretando esa ilusión de ser y sentir.
De divagar
en un espacio maleable;
de las propias caricias entre poros y alma.
En esa cuestión
de gozar mil veces al tiempo.
Autor: Fabián Irusta (Argentina) D/Reservados
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