Marisa Lozano Fuego
Miembro Activo
AL CONDE QUE SE ESCONDE
Sibarita hematófago en la noche,
me fascinan los "cero negativos",
de mi hipnosis letal mansos cautivos
si penetra en su piel mi negro broche.
Recibo, ocasional, algún reproche
de mis antagonistas primitivos
licántropos esclavos de los vivos
( me acusan de blandengue y de fantoche).
Abrocho los botones de mi capa
que huele a musgo fétido y a tierra
clavando un crisantemo en la solapa.
Me dispongo a dormir, pues no es mi guerra
el cerril consumismo que hoy atrapa
a quien al vil metal, febril, se aferra.
Explota al fin mi tímpano, deshecho
en ese bravo estruendo articulado
por gargantas de humano desgraciado
repleto de rencores y despecho.
Ocultando un bostezo, dejo el lecho
y degluto un café descafeinado
(con sangre de ratón adulterado
produce casi un pálpito en mi pecho).
Va a ser que no respetan mi reposo,
inútiles bastardos, carne y hueso
con acento burlesco y belicoso.
Al fin, voy a plantar mi fiero beso
en sus gargantas blandas, cual coloso
que anhela, por justicia, un cruel deceso.
Marisa Lozano Fuego
								Sibarita hematófago en la noche,
me fascinan los "cero negativos",
de mi hipnosis letal mansos cautivos
si penetra en su piel mi negro broche.
Recibo, ocasional, algún reproche
de mis antagonistas primitivos
licántropos esclavos de los vivos
( me acusan de blandengue y de fantoche).
Abrocho los botones de mi capa
que huele a musgo fétido y a tierra
clavando un crisantemo en la solapa.
Me dispongo a dormir, pues no es mi guerra
el cerril consumismo que hoy atrapa
a quien al vil metal, febril, se aferra.
Explota al fin mi tímpano, deshecho
en ese bravo estruendo articulado
por gargantas de humano desgraciado
repleto de rencores y despecho.
Ocultando un bostezo, dejo el lecho
y degluto un café descafeinado
(con sangre de ratón adulterado
produce casi un pálpito en mi pecho).
Va a ser que no respetan mi reposo,
inútiles bastardos, carne y hueso
con acento burlesco y belicoso.
Al fin, voy a plantar mi fiero beso
en sus gargantas blandas, cual coloso
que anhela, por justicia, un cruel deceso.
Marisa Lozano Fuego
 
				 
                                 
                                 
                                 
                                 
 
		 
                                 
                                 
                                 
                                 
                                 
                                 
                                 
 
		 
                                 
                                 
                                 
                                