Francisco Escobar Bravo
Miembro Conocido
¡Qué ilusión en su cara puso el niño,
lo adivino sin más, sólo al pensarlo
cuando vio que su tía le llevaba
desde España mi mágico regalo!
Disfruta, Yahelito, juega mucho
mas después de estudiar, eso obligado;
porque tienes que ser un hombre culto,
un galán de una pieza, un hombre macho.
Y los hombres se miden por su mente,
por ser listos, cumpliendo en su trabajo,
por ganarse la vida en forma honrada
y por ser, si me apuras, hasta sabios.
Me acabo de acordar de mi Jorgito,
que estará ya dormido y hace rato.
¿Te das cuenta, pequeño, que en el fondo
todos somos al fin y al cabo hermanos?
Él aquí, en mi Madrid, con sus juguetes;
tú en Honduras, feliz, pegando saltos
de alegría mirando tantos juegos.
Te han llegado, Yahel, los Reyes Magos.
Un poquito más tarde, eso sí es cierto,
porque estamos mediando el mes de Mayo,
todo tiene demora en esta vida.
¡Lo importante, mi niño, es que llegaron!
Dale un beso a tu tía, tan hermosa,
a tu abuela dos mil, porque es tu amparo.
Y le rezas mañana, allí en tu iglesia,
al buen Dios un poquito por Don Paco.
lo adivino sin más, sólo al pensarlo
cuando vio que su tía le llevaba
desde España mi mágico regalo!
Disfruta, Yahelito, juega mucho
mas después de estudiar, eso obligado;
porque tienes que ser un hombre culto,
un galán de una pieza, un hombre macho.
Y los hombres se miden por su mente,
por ser listos, cumpliendo en su trabajo,
por ganarse la vida en forma honrada
y por ser, si me apuras, hasta sabios.
Me acabo de acordar de mi Jorgito,
que estará ya dormido y hace rato.
¿Te das cuenta, pequeño, que en el fondo
todos somos al fin y al cabo hermanos?
Él aquí, en mi Madrid, con sus juguetes;
tú en Honduras, feliz, pegando saltos
de alegría mirando tantos juegos.
Te han llegado, Yahel, los Reyes Magos.
Un poquito más tarde, eso sí es cierto,
porque estamos mediando el mes de Mayo,
todo tiene demora en esta vida.
¡Lo importante, mi niño, es que llegaron!
Dale un beso a tu tía, tan hermosa,
a tu abuela dos mil, porque es tu amparo.
Y le rezas mañana, allí en tu iglesia,
al buen Dios un poquito por Don Paco.
