Elias
Miembro Conocido
Leyendo obras de algunos de vosotros, descubrí la posibilidad de realizar duetos con poetas consagrados,
poetas de ayer, de hoy y de siempre.
Mis temas comparten el sentir de poetas como Rafael Alberti, Miguel Hernández, Bécquer o García Lorca.
Pues bien, siguiendo esa estela, hoy comparto dueto con éste último.
Espero sea de vuestro agrado.
ALBA CONTRARIADA
Mi corazón oprimido
siente junto a la alborada
el dolor de sus amores
y el sueño de las distancias.
Y en callado ruido
duele la lluvia cerrada,
que grita entre clamores
venidos desde su infancia.
La luz de la aurora lleva
semilleros de nostalgias
y la tristeza sin ojos
de la médula del alma.
Al cielo mi alma se eleva
con mi culpa repicada...
teñida de mil errores,
de sombra y sangre ataviada.
La gran tumba de la noche
su negro velo levanta
para ocultar con el día
la inmensa cumbre estrellada.
Y oculta en frío reproche,
la hiel corta su garganta;
negro perdón que ardería
perdido en noche abrasada.
¡Qué haré yo sobre estos campos
cogiendo nidos y ramas
rodeado de la aurora
y llena de noche el alma!
Quizás... vivir soñando,
tendido en la verde grama.
Olvidar si el alma llora,
y sentir la vida en calma.
¡Qué haré si tienes tus ojos
muertos a las luces claras
y no ha de sentir mi carne
el calor de tus miradas!
¡Abre candados y cerrojos!
Siente el cielo, y abre tus alas;
y cuando atraque la tarde...
viste de amor tu madrugada.
¿Porqué te perdí por siempre
en aquella tarde clara?
hoy mi pecho está reseco
como una estrella apagada.
Dueto Garcia Lorca/Elías
poetas de ayer, de hoy y de siempre.
Mis temas comparten el sentir de poetas como Rafael Alberti, Miguel Hernández, Bécquer o García Lorca.
Pues bien, siguiendo esa estela, hoy comparto dueto con éste último.
Espero sea de vuestro agrado.

ALBA CONTRARIADA
Mi corazón oprimido
siente junto a la alborada
el dolor de sus amores
y el sueño de las distancias.
Y en callado ruido
duele la lluvia cerrada,
que grita entre clamores
venidos desde su infancia.
La luz de la aurora lleva
semilleros de nostalgias
y la tristeza sin ojos
de la médula del alma.
Al cielo mi alma se eleva
con mi culpa repicada...
teñida de mil errores,
de sombra y sangre ataviada.
La gran tumba de la noche
su negro velo levanta
para ocultar con el día
la inmensa cumbre estrellada.
Y oculta en frío reproche,
la hiel corta su garganta;
negro perdón que ardería
perdido en noche abrasada.
¡Qué haré yo sobre estos campos
cogiendo nidos y ramas
rodeado de la aurora
y llena de noche el alma!
Quizás... vivir soñando,
tendido en la verde grama.
Olvidar si el alma llora,
y sentir la vida en calma.
¡Qué haré si tienes tus ojos
muertos a las luces claras
y no ha de sentir mi carne
el calor de tus miradas!
¡Abre candados y cerrojos!
Siente el cielo, y abre tus alas;
y cuando atraque la tarde...
viste de amor tu madrugada.
¿Porqué te perdí por siempre
en aquella tarde clara?
hoy mi pecho está reseco
como una estrella apagada.
Dueto Garcia Lorca/Elías
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