Francisco Rubén Jorquera
Miembro Conocido
Alerce, rey del sur
Brote verde arrancado de un alerce,
voló impulsado en la feroz nevada,
se marchitó al dolor de cruel helada,
llegando un día al Sol, que el norte ejerce.
Y así el viento lo lanza en la espesura
de un bosque verde, pinos en el monte.
Le canta al Dios antiguo sin apronte
un coro de zorzales en la altura.
El vagabundo cae en la raíz,
suplicando refugio con angustia,
diciendo: ― Heme aquí, la rama mustia,
que antes de tiempo deslavó el matiz.
Sigo extraviada y sola en el espacio,
lacia, sin sueño o paz en la montaña.
¡Acéptame en tus ramas como extraña!,
te traigo las historias de palacio.
― ¿Por qué te necesito?, ― dice el pino ―
Vestida de amarillo y polvo en muerte,
¿por qué requiero historias y tu suerte?,
harto estoy del zorzal y de su trino.
Prosigue el viaje y vete, vagabunda,
amado del verano, brillo y broto,
mis ramas son del astro tan remoto,
mis raíces, en tierra tan fecunda...
Brote verde arrancado de un alerce,
voló impulsado en la feroz nevada,
se marchitó al dolor de cruel helada,
llegando un día al Sol, que el norte ejerce.
Y así el viento lo lanza en la espesura
de un bosque verde, pinos en el monte.
Le canta al Dios antiguo sin apronte
un coro de zorzales en la altura.
El vagabundo cae en la raíz,
suplicando refugio con angustia,
diciendo: ― Heme aquí, la rama mustia,
que antes de tiempo deslavó el matiz.
Sigo extraviada y sola en el espacio,
lacia, sin sueño o paz en la montaña.
¡Acéptame en tus ramas como extraña!,
te traigo las historias de palacio.
― ¿Por qué te necesito?, ― dice el pino ―
Vestida de amarillo y polvo en muerte,
¿por qué requiero historias y tu suerte?,
harto estoy del zorzal y de su trino.
Prosigue el viaje y vete, vagabunda,
amado del verano, brillo y broto,
mis ramas son del astro tan remoto,
mis raíces, en tierra tan fecunda...
Última edición: