Elias
Miembro Conocido

AMIGO DEL ALMA...
Oscura soledad y apagada,
triste final a toda una vida...
¿Cuándo sentiré la compañía
de tu alma madura a mi lado?
Siento el frío en tus manos,
la angustia de tus manos frías,
de tu corazón helado...
frío que agita mi alma,
que me sacude la vida
y de tu sombra me arranca.
Amigo y compañero...
¿Para qué vinimos al nacer?
¿Nacimos para vivir...
o vivimos para sentirnos morir?
La vida nos lanza un suspiro,
un gemido que muerte nos da...
lamento que viene del aire
para morir en las sombras...
Callado y lejano reproche,
que muere, cuando se nombra.
Están tus ojos cerrados,
y tu corazón ya no me siente...
Tu alma huyó vestida de blanco
a lugares cerrados por sombras...
Mi vida llora y te nombra,
y se aturde en sus silencios
oculta en una pena que asombra...
ahogándose en los cielos,
tragando las penas del alma,
ahogando mi corazón ya muerto.
Mi alma se quedó fría
cuando fría encontró tu alma;
alma de espíritu yerto
que se desgarra en la madrugada,
que con el corazón deshecho
ya no siente tu mirada...
Y se rebela en su locura,
y se olvida en sus silencios...
dolido por verte tan cerca...
distante por verte tan muerto.
Amigo del alma, compañero...
¿Por qué me agitas el alma,
y me aterra tu silencio?
¿Por qué me ocultas la sonrisa,
que en tu rostro ya no veo?
¿Por qué me agobian los recuerdos...
por qué la angustia me mata?
Que al verte tendido en el suelo
se me despierta temblando la pena,
y los ángeles pierden su vuelo.
Mis manos giran tu cara
que me habla en la distancia;
tu voz me despierta gritando,
y mis ojos sollozando
se enredan en manojos de lágrimas...
Requiebros de un mal sueño
que a la tierra retornan al alba,
entre frescas flores blancas
y fresco aroma de azahar,
que tiñen las lágrimas del alma.
Elias Nuñez.
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