Amor eterno

[Francisco Escobar Bravo]

Deseo homenajear a un gran poeta y a un gran amigo exponiendo uno de sus poemas, que lo mismo lo tiene olvidado ya.

Cuando vuelva a venir la primavera
y el sol dore tu piel con sus fulgores
y puedas ver de nuevo lindas flores
y contemplar la cristalina esfera;

cuando ya de mi amor ni tan siquiera
te acuerdes que existió, y otros amores
quizá te hagan feliz con sus candores,
¿quién podrá detenerme en mi carrera?

Muy lejos ya de ti: desamparado,
aunque ahora tu conciencia no lo crea
estaré en una tumba sepultado,

y tal vez llorará quien pase y lea
sobre un trozo de mármol derrumbado:
“Murió el pobre de amor. Bendito sea”.


​

José Luis Blázquez​

 

[José Luis Blázquez]

Muy agradecido, Francisco. Este soneto ya aparece en mi perfil, pero me haces un inmerecido honor al recordarlo.

Un abrazo.

 

[Francisco Escobar Bravo]

¿Inmerecido? ¡Es uno de los sonetos más bellos que he leído en mi vida!
Lo he encontrado en un Foro al cual ayudamos a crecer tú, Agustín y yo y en el cual ahora no puedo publicar por corregirle un error de medida a quien ahora lo regenta. De nuestra amiga Carmen Acosta no he vuelto a saber más.
¡Enhorabuena, poeta! El poema es magistral.
Abrazos.

 

[José Luis Blázquez]

Muchas gracias de nuevo, por tus amables comentarios.

Un abrazo.

 

[Caballo Negro]

Gracias Francisco pr compartir un poema de un poeta amigo Jose Luis Blazquez querido por muchos....un abrazo

 

[Francisco Escobar Bravo]

Querida Maru: A José luis lo conocéis la mayoría, seguramente, desde hace mucho menos tiempo que yo y es un poeta al cual su afán didáctico le ha obligado a brillar menos de lo debido por entregarse más a enseñar que a promocionarse como poeta.
Pero esto no es de ahora, sino de muy antiguo. Junto con Agustín Sánchez formó el profesorado de AUTÉNTICA POESÍA, el Foro de Poesía Clásica mejor que ha habido hasta éste. Incluso, con el permiso de Sandra, diría que el mejor ya que solamente admitía la verdadera Poesía. Allí no existían subforos dedicados a otros estilos y fue la madre de todos los que posteriormente se formaron.
Pero mientras Agustín se dedicó a ambas cosas, a su obra y a la enseñanza, José Luis digamos que casi se limitó a lo último. Es por lo que quizás goce de menor fama como poeta de lo que debería.
De allí salimos muchos, el más díscolo yo como de costumbre. Pero casi todos de una calidad indiscutible, porque obtener un solo aplauso era bien difícil.
Hace días descubrí este soneto suyo, en otro sitio, y aunque lo recordaba más o menos me encantó descubrir nuevas tonalidades. Ésa es pues la razón de haberlo expuesto.
Muchas gracias, amiga. Me alegra que también te haya gustado.
Besos.