cocuzza3105
Miembro Conocido
 CÁLIDA MIRADA
 
Nunca encarceles, cálida mirada
el incienso fragante que desprendes
cuando fija perforas y pretendes
enamorar tu espejo en la alborada.
 
No te quedes en esa encrucijada
inquieta, donde hábiles los duendes
retienen tus pupilas y no entiendes
la razón de una lágrima dorada.
 
Si tus párpados cierran tu esplendor
ni los astros podrían alcanzar,
en conjunto, tu máximo vigor.
 
Y en la pérfida sombra al despertar
oculto quedaría un gran dolor,
sórdido, en penumbras, sin calmar.
 
Ángel César Cocuzza.
Nunca encarceles, cálida mirada
el incienso fragante que desprendes
cuando fija perforas y pretendes
enamorar tu espejo en la alborada.
No te quedes en esa encrucijada
inquieta, donde hábiles los duendes
retienen tus pupilas y no entiendes
la razón de una lágrima dorada.
Si tus párpados cierran tu esplendor
ni los astros podrían alcanzar,
en conjunto, tu máximo vigor.
Y en la pérfida sombra al despertar
oculto quedaría un gran dolor,
sórdido, en penumbras, sin calmar.
Ángel César Cocuzza.
								
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