DR Jose Roberto Hernandez
Miembro Conocido
Conmigo
Para escribirte unos versos en esta mañana, no necesito tenerte delante,
solo para versarte necesito cerrar mis ojos y en un rojo fondo verte desnuda,
para cantarte no necesito saber hacerlo, me basta un poco de vino y pensar en ti,
para pintar la noche y dibujar tu rostro en mi firmamento, no preciso respirar en tu piel, solo vuelvo a cerrar los ojos y tu aroma a metal precioso me dibuja una sonrisa.
Para sentir tu pelo enredado en mis labios, con solo pervertir mis pensamientos basta.
Para tomarte de tu fina mano y sentir tus dedos abrazados a los míos, me es suficiente con dejar correr agua sobre el dorso de mis antebrazos.
Pero para hacerte el amor, ni el más perfecto lirismo me alcanza, porque para formar ambos una pieza repleta de pasión; entonces sí corro el desierto más largo del mundo, pues nuestro sexo es el menos católico del universo.
Vampi
Para escribirte unos versos en esta mañana, no necesito tenerte delante,
solo para versarte necesito cerrar mis ojos y en un rojo fondo verte desnuda,
para cantarte no necesito saber hacerlo, me basta un poco de vino y pensar en ti,
para pintar la noche y dibujar tu rostro en mi firmamento, no preciso respirar en tu piel, solo vuelvo a cerrar los ojos y tu aroma a metal precioso me dibuja una sonrisa.
Para sentir tu pelo enredado en mis labios, con solo pervertir mis pensamientos basta.
Para tomarte de tu fina mano y sentir tus dedos abrazados a los míos, me es suficiente con dejar correr agua sobre el dorso de mis antebrazos.
Pero para hacerte el amor, ni el más perfecto lirismo me alcanza, porque para formar ambos una pieza repleta de pasión; entonces sí corro el desierto más largo del mundo, pues nuestro sexo es el menos católico del universo.
Vampi
