Conversar con un amigo...

[Francisco Escobar Bravo]

Conversar con un amigo
siempre es grato y conveniente,
suele morirse la gente
y algo tuyo irá consigo.
He sido a veces testigo
de este lance. Es lamentable,
terrible y desagradable
saber que aquí ya no está.
¡Sabe Dios dónde estará!
Depende de una variable.

En función de que si has sido
hombre cabal y sensato
o un enorme mentecato
será dónde estés metido.
Si no, no tiene sentido
ser honrado en esta vida.
¿Para qué, si en la partida
suele ganar el tramposo?
El resto es bailar cual oso
al son que el amo te pida.

Hablé, pues, con ese cura
a quien aprecio de veras.
Pensamos de otras maneras,
aunque ocultarlo procura.
Yo viví mi "calentura",
¡a saber él lo que haría!
Pues mi saber no se fía
de votos de castidad,
tengo demasiada edad
para hacer tal tontería.​

 

[Carmen Roldán]

Estupenda poesía. SaludossSS, Francisco.

 

[Francisco Escobar Bravo]

Muchas gracias, querida Carmen.
Me alegra que te haya gustado el poema, amigo.
Te quedo muy agradecido por tu tiempo.
Besos.
Francisco

 

[Caballo Negro]

Hermoso poema dejas Francisco ....mis cariños

 

[Francisco Escobar Bravo]

Me alegra que te haya gustado, querida Maru. ¡Muchísimas gracias, amiga!
Aquí estamos dándole a la pluma, a las 2 de la mañana en Madrid.
Esta noche tocó prosa, en una de mis múltiples Anécdotas para un poeta.
Besos, querida.
Francisco

 

[José Luis Blázquez]

Bonito poema, con reflexiones acerca de lo que puede acaecer en la otra vida.

Un abrazo.

 

[Francisco Escobar Bravo]

De lo que pueda acaecer en la otra vida, confiemos en que exista a ver si pagan en ella todas sus culpas tanto sinvergüenza como pulula por ahí , y de lo que ha acaecido en ésta.

Porque mi amigo el sacerdote ha sido y es un hombre físicamente como cualquier otro y seguramente puede ser hasta un Santo. De hecho, creo que lo es dado su altruísmo a la hora de impartir su Método de corrección logopédica.

Pero ya sabes lo que se decía en nuestra juventud, medio en broma: Entre santa y santo cal y canto.

Muchísimas gracias por tu amable comentario, querido José Luis.
Un fuerte abrazo.
Francisco