María Ibañez
Miembro Conocido
Dímelo con música,
le pedí a la vida
muéstrame las notas
que me harán amar;
trae a mí el murmullo de las cosas bellas,
la sonata de los sentimientos dulces,
el romance de la luz del alba.
Y la vida respondió
de forma esperada,
trajo a mí, amor, abundancia
de noche y día,
melodías maravillosas
tocadas con armonía,
que llevaron mi alma
más allá de las estrellas.
Tan feliz pensé que era
todo aquello que me daba
y sin embargo un día
cambió la canción de mis días,
trajo dolor, angustia
ira, frustración e impotencia;
la vida se llevó las notas dulces
sin darme explicaciones.
Por mucho tiempo renegué
de su crueldad, de la saña en mi destino,
callé amargada, grité a solas,
rechacé la ayuda, el consejo y compañía,
fui irascible, irracional e incontenible,
dejé que la soberbia me invadiera
cerré los puños ante mis amigos.
Como siempre ocurre
cuando la tormenta pasa,
entendí cosas que antes no entendía;
la vida da y quita,
tiene fibras de muchos colores,
se valora la dulzura
después de probar la amargura.
Vuelvo a decirle a la vida
canta para mí tu melodía,
sin importar tus notas tristes
sin importar la fugaz sonata,
trae siempre el rumor
de mi paso por la vida.
Tengo que reconocer
que a veces,
“la vida es bella”.
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