Marisa Lozano Fuego
Miembro Activo
DULCE CONDENA
La furia huracanada que retumba
en tu candente verba, me oxigena
y dibuja una lírica condena
que me invita, voraz, a que sucumba.
Me quiebro ante tu frívolo dislate,
férreo acicate,
ser vigoroso,
bravo y mimoso,
cuna de viento,
ronco lamento
que azuza el palpitar de mi añoranza
e inclina hacia tus rimas la balanza.
Resucitar quisiera , aquí en mi tinta,
cadáveres de muertes onerosas,
exquisitas falacias, deliciosas
excusas que mi lápiz sueña y pinta.
Así, tal vez pudiera resarcirte
y al fin decirte
que sigues vivo,
libre y cautivo,
cual condenado
suelto y atado
a los versos descalzos y traviesos
que se incrustan, vibrantes, en mis huesos.
Marisa Lozano Fuego
								La furia huracanada que retumba
en tu candente verba, me oxigena
y dibuja una lírica condena
que me invita, voraz, a que sucumba.
Me quiebro ante tu frívolo dislate,
férreo acicate,
ser vigoroso,
bravo y mimoso,
cuna de viento,
ronco lamento
que azuza el palpitar de mi añoranza
e inclina hacia tus rimas la balanza.
Resucitar quisiera , aquí en mi tinta,
cadáveres de muertes onerosas,
exquisitas falacias, deliciosas
excusas que mi lápiz sueña y pinta.
Así, tal vez pudiera resarcirte
y al fin decirte
que sigues vivo,
libre y cautivo,
cual condenado
suelto y atado
a los versos descalzos y traviesos
que se incrustan, vibrantes, en mis huesos.
Marisa Lozano Fuego
 
				 
                                 
                                 
                                 
                                 
                                 
                                 
                                 
                                 
 
		 
                                 
                                 
                                 
                                 
                                 
                                 
                                 
 
		 
                                 
                                