El mendigo

[Francisco Escobar Bravo]

EL MENDIGO

Hoy me han dicho que se ha muerto
el mendigo de mi esquina.
Muy enfermo, últimamente,
en verdad se le veía.
Fue víctima de la droga,
ese mal de nuestros días,
pero luchó hasta vencerla
y supo enmendar su vida.
¡Mas sus secuelas fatales..!
Ésas, por más que nos digan,
pasan su factura siempre
hasta que el saldo liquidan.

Ayer pedía limosna,
hoy yacerá no sé dónde;
en un ataúd metido,
seguro que no de roble.
Que hasta en la muerte hay distancias,
pues que no entierran a un pobre
lo mismo que a un poderoso;
aunque, ya muertos, no importe.
Pues da igual que la cabeza
lienzos y sedas soporten
que arpillera, pues no pienso
en que el cadáver lo note.

En Nochebuena, recuerdo,
quise invitarle a mi mesa.
Mas no aceptó. ¿Tuvo miedo
o, quizás, le dio vergüenza
de venir con sus harapos
a fastidiarnos la cena?
¡Ni que fuéramos marqueses
de la más rancia nobleza!
Yo quise, de muy buen grado,
disfrutar con su presencia.
Pues alegra mucho al alma
ver a la gente contenta.
El caso es que hoy está muerto
y ya le cubre la tierra.
Fue en esta vida mendigo,
¡rico ha de ser en la eterna!​

 

[José Luis Blázquez]

Precioso poema, que muestra la triste realidad en la que viven algunas personas hoy en día.

Un abrazo.

 

[Francisco Escobar Bravo]

Muchas gracias, José Luis,
Lo bueno del caso es que al cabo de los meses me lo encontré vivo. No estaba tomando cañas, no, sino hospitalizado.
Un fuerte abrazo, amigo.

 

[Caballo Negro]

Un placer leerte en este poema ....llega al alma ....ya que muchos no ven quienes tienen al lado día a día ....por lo menos tienes la paz interior y eso hace que ese mendigo pueda descansar amigo....un abrazo

 

[Francisco Escobar Bravo]

Muchas gracias, querida Maru. Me alegra que te haya gustado el poema.
Ahora hace tiempo que no veo a ese hombre, supongo que volverá a estar hospitalizado. Ya no sé qué pensar, porque la última vez le vi con muy mal aspecto.
Esperemos que siga viviendo.
Besos, amiga.