David Vulpes Vulpes
Miembro Conocido
Qué parte de mi alma extraña más al día,
qué parte de mi voz extraña más al viento,
qué parte de mi alma se conserva en el recuerdo de la noche...
Qué parte del sol en el fatídico mar
de la despedida saludas cuando no estoy,
qué situación te reconforta más
cuando nuestra risa se comporta como un castigo para las sombras,
qué parte del reflejo de la luna en mis ojos extrañas más,
cuándo el nivel del remedo se hace imperceptible,
cuando duela el rencor y huela mal el verdor de las hierbas,
cuando las moléculas se unan en contra del creador
como en la parte que inmutable nace del todo,
como en el todo que se desvanece en la unión,
como el parco sentimiento del principio,
qué pides entonces al cielo que dejó de ser azul.
Qué nace en tu duda...
Y cuánto vale el infinito resarcir,
cuánto rompe el mar con sus olas,
cuánto cuesta toda tu imaginación
proyectada en la niña de mi ojo derecho...
y qué magia se construye cuando mi vez se arma de la tuya...
Y es entonces que doy más crédito
a mi nuevo reflejo cuándo se parece al tuyo,
doy agua a la tierra que yace debajo de tus pies,
doy el deseo al que no tiene voluntad de crecer.
Es maravilloso decirte adiós...
qué parte de mi voz extraña más al viento,
qué parte de mi alma se conserva en el recuerdo de la noche...
Qué parte del sol en el fatídico mar
de la despedida saludas cuando no estoy,
qué situación te reconforta más
cuando nuestra risa se comporta como un castigo para las sombras,
qué parte del reflejo de la luna en mis ojos extrañas más,
cuándo el nivel del remedo se hace imperceptible,
cuando duela el rencor y huela mal el verdor de las hierbas,
cuando las moléculas se unan en contra del creador
como en la parte que inmutable nace del todo,
como en el todo que se desvanece en la unión,
como el parco sentimiento del principio,
qué pides entonces al cielo que dejó de ser azul.
Qué nace en tu duda...
Y cuánto vale el infinito resarcir,
cuánto rompe el mar con sus olas,
cuánto cuesta toda tu imaginación
proyectada en la niña de mi ojo derecho...
y qué magia se construye cuando mi vez se arma de la tuya...
Y es entonces que doy más crédito
a mi nuevo reflejo cuándo se parece al tuyo,
doy agua a la tierra que yace debajo de tus pies,
doy el deseo al que no tiene voluntad de crecer.
Es maravilloso decirte adiós...