Blanca Hernandez
Miembro Conocido
Clara no se acuerda en que momento, se paro el reloj de la cocina donde miraba siempre la hora, para aprontar el mate para cuando llegara su marido del trabajo.Ella no quiere recordar, en que momento y que día, su alma se hizo un ovillo y cerro sus alas para siempre, como no queriendo vivir ya más.
Pero a veces le gustaría recordar todo, cada instante de sus lágrimas, de sus últimas palabras, de su última mirada.Pero su memoria obtusa quiso defenderse de las tristezas,Clara quisiera traer por última vez los fragmentos de ese día, que su marido partió a los brazos de Dios.Pero los recuerdos traidores le esconden datos y por más que quiere indagar en esos momentos, una nebulosa le esconde las visiones.
Ella imagina sus desvarío, su dolor incontrolable,
su ya nunca más, ese calor, ese aroma, ese fueguito.
Ahora más tranquila, lo que le viene a su mente, son los
momentos sublime que vivieron juntos, las veces que rieron o lloraron abrazados por mil motivos, por tristeza o alegrías.Ahora Clara tampoco quiere pensar si lo ama todavía, después amarlo tanto... ella no es feliz del todo, pero tampoco desdichada porque sigue teniendo seres que la aman.
Hoy puede hacer miles de cosas, que un tiempo largo no podía,ahora se puede sentar sola en un banco de una plaza, a mirar andar a la gente, no se convence todavía que lo extraña menos y mira a la gente, para hallar otros ojos parecidos.
Porque él, era él único que sabía tratarla, como niña, como mujer, como amiga, como tonta, como bruja, como hermana, como su amor, pero también era el único, que la conocía como la palma de sus manos, quien leía sus pensamientos, para hacerla muy feliz.
Hoy Clara reconoce que ya hizo bastante duelo y un duende juguetón anida en su corazón, pensando nuevamente en otro amor
Caminar de nuevo por un camino de flores y beber un nuevo elixir.
¿Pero como se hace borrón y cuenta nueva?
Para dejar atrás lo ya vivido, lo mucho sentido, y olvidar el pasado.En que momento... le pueden temblar las manos al contacto de otras, temblar el alma con dulces suspiros, si quedaran fijos en los suyos, otros ojos dulces, y ella misma se contesta....
Y bueno, que sea lo que Dios me tiene predestinado...
Fin
Pero a veces le gustaría recordar todo, cada instante de sus lágrimas, de sus últimas palabras, de su última mirada.Pero su memoria obtusa quiso defenderse de las tristezas,Clara quisiera traer por última vez los fragmentos de ese día, que su marido partió a los brazos de Dios.Pero los recuerdos traidores le esconden datos y por más que quiere indagar en esos momentos, una nebulosa le esconde las visiones.
Ella imagina sus desvarío, su dolor incontrolable,
su ya nunca más, ese calor, ese aroma, ese fueguito.
Ahora más tranquila, lo que le viene a su mente, son los
momentos sublime que vivieron juntos, las veces que rieron o lloraron abrazados por mil motivos, por tristeza o alegrías.Ahora Clara tampoco quiere pensar si lo ama todavía, después amarlo tanto... ella no es feliz del todo, pero tampoco desdichada porque sigue teniendo seres que la aman.
Hoy puede hacer miles de cosas, que un tiempo largo no podía,ahora se puede sentar sola en un banco de una plaza, a mirar andar a la gente, no se convence todavía que lo extraña menos y mira a la gente, para hallar otros ojos parecidos.
Porque él, era él único que sabía tratarla, como niña, como mujer, como amiga, como tonta, como bruja, como hermana, como su amor, pero también era el único, que la conocía como la palma de sus manos, quien leía sus pensamientos, para hacerla muy feliz.
Hoy Clara reconoce que ya hizo bastante duelo y un duende juguetón anida en su corazón, pensando nuevamente en otro amor
Caminar de nuevo por un camino de flores y beber un nuevo elixir.
¿Pero como se hace borrón y cuenta nueva?
Para dejar atrás lo ya vivido, lo mucho sentido, y olvidar el pasado.En que momento... le pueden temblar las manos al contacto de otras, temblar el alma con dulces suspiros, si quedaran fijos en los suyos, otros ojos dulces, y ella misma se contesta....
Y bueno, que sea lo que Dios me tiene predestinado...
Fin
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