Francisco Escobar Bravo
Miembro Conocido
Estoy solo y no es en broma.
La mujer que me quería
piensa que pecar sería
si a mi corazón se asoma.
Y si en sus brazos me toma
al Infierno de cabeza
irá por la cruel torpeza
de unos incultos Pastores.
¿Qué sabrán esos señores
a pecar dónde se empieza?
 
¿Quiénes son, qué han estudiado
para afirmar tal falsía?
Historias de judería,
en las que Dios es malvado.
¿Qué sabrá lo que es pecado
quien pecó más que ninguno
pues por ahí se halla alguno
del cual el Pastor es padre,
mas pregunten a la madre
y les dirá lo oportuno.
 
No le da ni de comer
y menos le compra ropa,
mientras él come la sopa
que le paga otra mujer.
Dios es Justo, habrá que ver
el castigo que en su día
tiene tal alevosía.
Pero, para mi coleto,
no es justo que ese sujeto
mal juzgue a la amada mía.
 
Si la juzga con tal saña
puede encontrar un castigo,
y pongo a Dios por testigo,
que le provenga de España.
Quien se vale de artimaña
para a todos engañar
a Dios cuentas ha de dar,
antes dártelas a ti
será oportuno. O a mí,
si es que me dices amar.
 
Me erijo en tu campeón,
como en los cuentos de antaño.
Sabré cobrarle yo el daño
que produjo el fanfarrón.
¡Qué panda de vagos son
él y todos sus iguales,
pues ningunos son legales
y viven de falsedad.
¡Mi amor, que Dios es piedad
y ellos banda de chacales!
La mujer que me quería
piensa que pecar sería
si a mi corazón se asoma.
Y si en sus brazos me toma
al Infierno de cabeza
irá por la cruel torpeza
de unos incultos Pastores.
¿Qué sabrán esos señores
a pecar dónde se empieza?
¿Quiénes son, qué han estudiado
para afirmar tal falsía?
Historias de judería,
en las que Dios es malvado.
¿Qué sabrá lo que es pecado
quien pecó más que ninguno
pues por ahí se halla alguno
del cual el Pastor es padre,
mas pregunten a la madre
y les dirá lo oportuno.
No le da ni de comer
y menos le compra ropa,
mientras él come la sopa
que le paga otra mujer.
Dios es Justo, habrá que ver
el castigo que en su día
tiene tal alevosía.
Pero, para mi coleto,
no es justo que ese sujeto
mal juzgue a la amada mía.
Si la juzga con tal saña
puede encontrar un castigo,
y pongo a Dios por testigo,
que le provenga de España.
Quien se vale de artimaña
para a todos engañar
a Dios cuentas ha de dar,
antes dártelas a ti
será oportuno. O a mí,
si es que me dices amar.
Me erijo en tu campeón,
como en los cuentos de antaño.
Sabré cobrarle yo el daño
que produjo el fanfarrón.
¡Qué panda de vagos son
él y todos sus iguales,
pues ningunos son legales
y viven de falsedad.
¡Mi amor, que Dios es piedad
y ellos banda de chacales!
 
				 
 
		 
                                 
                                 
                                 
                                 
                                 
                                 
                                 
                                 
 
		 
                                 
                                 
                                 
                                 
                                 
                                 
                                 
                                 
                                 
                                